Métricas de Preponderancia en su 4º Aniversario
Los procesos de intensificación de la regulación asimétrica en mercados de telecomunicaciones en países que hoy operan en contexto de competencia efectiva tomaron en promedio entre 7 y 10 años para gestar esos efectos de compensación y nivelación del terreno de participación de sus diversos actores.
El pasado martes 6 de marzo se cumplieron cuatro años desde que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) declaró a América Móvil (Telmex-Tenor/Telcel) como agente económico preponderante (AEP) en el sector de telecomunicaciones.
En este mismo plazo, son identificables en la dinámica de los mercados: un impulso competitivo entre operadores a partir de la incursión de nuevos jugadores; el lanzamiento de ofertas disruptivas en precios y servicios; una tendencia secular a la baja en precios, así como una recuperación del crecimiento sectorial atribuible a la creciente contratación e intensificación en el consumo.
No obstante, diversas métricas dan cuenta de los escasos avances en términos de competencia a pesar de la implementación de regulación asimétrica. El AEP sigue registrando una excesiva concentración, con reducidas pérdidas en su participación de mercado.
Estructura Competitiva Sectorial
En el agregado de usuarios de telecomunicaciones o unidades generadores de ingreso (UGI), América Móvil alcanza una participación de mercado de 60.7% al tercer trimestre de 2017 (3T17), de acuerdo con datos del IFT. Este nivel es 0.8 puntos porcentuales (pp.) menor al señalado por el propio regulador (61.5%) en la Declaratoria de Preponderancia al segundo trimestre de 2013 (2T13).
Participación de Mercado de América Móvil (Telmex-Telnor/Telcel) en Usuarios de Telecomunicaciones
(Proporción del Total, %)
Una actualización basada en el Banco de Información de Telecomunicaciones (BIT) del IFT, muestra que la reducción ascendería a 3.9 pp. desde el 2T13 al 3T17.
Sin embargo, su base de usuarios ha aumentado en 33.1 millones, por supuesto, muchos más que sus competidores.
Estructura Competitiva por Mercados
En la configuración competitiva por mercados, el de telefonía móvil registra una pérdida de apenas cuatro pp. en la participación de mercado del preponderante que asciende a 65.2% al 3T17. Mientras que los segmentos de telefonía fija y banda ancha fija alcanzan 62.4% y 55.2% respectivamente, con ganancias más significativas para los competidores, atribuible a la oferta competitiva de los cableros en términos tarifarios, velocidad de descarga en internet y minutos de llamadas frente al preponderante.
En el mercado de banda ancha móvil, el preponderante domina a 7 de cada 10 suscripciones, la más alta en los mercados en los que opera. Pero en los últimos dos años medidos por el IFT (sep. 2015 a sep. 2017), la participación de mercado de Telcel se ha ubicado en un rango entre 69.8% y 72.5%, con ligeras variaciones al alza y a la baja en su trayectoria trimestral.
Participación de Mercado de América Móvil (Telmex-Telnor/Telcel) en Suscripciones por Segmento
(Proporción del Total, %)
Precisamente, este estancamiento en la estructura de mercado y la acotada capacidad de los mecanismos regulatorios aplicados para aligerar la participación del operador preponderante y nivelar las condiciones competitivas entre los operadores, han sido ya identificadas por el IFT en su revisión bianual del año pasado.
De ahí resulta el recién aprobado plan de separación funcional de Telmex, como mecanismo complementario para detonar el acceso efectivo a la red local para sus competidores en condiciones no discriminatorias. Sin embargo, su implementación está programada a un plazo dentro de dos años, postergando aún más la materialización de la evasiva competencia efectiva.
Amerita destacar que la limitada implementación, cumplimiento y verificación de la regulación asimétrica, resultan en su insuficiente materialización en términos de desconcentración del mercado.
¿Qué se requiere para solventar de una vez por todas este padecimiento? Parecería que la respuesta continúa siendo la aplicación de medidas estructurales para eliminar los incentivos del preponderante para impedir el acceso a su red, continuar aventajando a sus competidores y obstaculizar la materialización de competencia efectiva.
A este ritmo, en lugar de ubicarnos a cuatro años de eliminar la figura de preponderancia, nos ubicamos a una década y media, cuando menos. Se precisa del IFT tener y aplicar un sentido de urgencia regulatoria.