Los Niños y las TIC
La reciente crisis sanitaria ha permeado en la vida cotidiana de la población mundial. Este acontecimiento trajo un cambio paradigmático en las formas de comunicación, interacción, producción y aprendizaje en el día a día. Especialmente, segmentos de la población han transformado drásticamente la forma en que llevan a cabo sus principales actividades. Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se han posicionado como una herramienta central para el quehacer diario.
Sin importar el dispositivo utilizado, ya sea computadoras, tabletas o teléfonos inteligentes/smartphones (entre otros), o servicios, como las redes sociales, las aplicaciones de mensajería instantánea y de videollamadas, estas facilitan el acceso a contenido e información cotidiana para los usuarios. Esto aplica para todos los individuos, pero toma mayor relevancia para la población infantil, puesto que sus actividades escolares, culturales, sociales y de esparcimiento, fueron gravemente transformadas por la pandemia.
Como consecuencia, es menester dimensionar el efecto que la crisis de salud pública ha tenido sobre este segmento de la población. Con base en información recopilada y publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a través de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH, 2019), se puede contar con un punto de partida para medir la aceleración y evolución que ha registrado la adopción de las TIC en la niñez mexicana, es decir entre individuos en edades entre los 6 - 12 años, a poco más de un año del inicio de la pandemia y en el marco de la celebración del Día del Niño en México (30 de abril).
Adopción de las TIC en Niños
A partir de la ENDUTIH 2019, se identifica que aproximadamente la mitad (46.0%) de la población infantil contaba y hacía uso de algún tipo de dispositivo computacional previo a la pandemia de COVID-19, con las tabletas posicionándose en primer lugar, al alcanzar una razón de 24.8% del total de niños. A estas le siguen las computadoras de escritorio, con 20.6% y las portátiles, con 15.6%. No obstante, una proporción significativamente mayor (63.3%) accede a internet a través de cualquier dispositivo, incluyendo los Smartphones, lo que evidencia la creciente relevancia del acceso a la conectividad para este grupo poblacional.
A su vez, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea se ostentan como herramientas de comunicación, acceso a información e interacción importantes, con más de una cuarta parte (28.0%) de los niños haciendo uso de ellas. Entre las plataformas disponibles destacan WhatsApp, Facebook y YouTube con una participación superior al resto. Estas contabilizan un coeficiente de adopción de 19.7%, 13.7% y 9.9%, respectivamente.
Adopción de TIC. Población entre 6 y 12 años, 2019
(Proporción del Total, %)
Finalmente, los dispositivos celulares son otra de los dispositivos con mayor uso entre la población infantil, tal que registran una adopción de más de la mitad del total (55.7%). La mayoría de estos son smartphones (53.2% cuentan con uno de estos equipos) y el restante Feature Phones (3.1%). Sin embargo, un individuo puede hacer uso de más de uno de estos.
En el contexto de una nueva anormalidad, las TIC han demostrado ser un imperativo para el desarrollo de las actividades de la población, en específico para los niños, que han migrado de un sistema educativo presencial a uno en línea y de llevar sus interacciones sociales al espacio digital. Ante esta situación, es previsible que en los datos correspondientes a 2020 y siguientes años sea manifiesta una profundización en los niveles de adopción tecnológica, así como mayor disponibilidad de dispositivos computacionales en este grupo etario.
Es indudable que la niñez del siglo XXI está conformada por nativos digitales, debido a que nacieron en un mundo en el que la disponibilidad y acceso a herramientas tecnológicas es mucho más generalizada en comparación con generaciones pasadas. Esto, les concede mayor flexibilidad para incorporar y adaptar más fácilmente las plataformas y servicios digitales a su quehacer diario. Como consecuencia, la mayor adopción y exposición de la niñez a las TIC redundaría en un segmento de la población con mayor integración a la vida digital.