América Móvil: ¿Un Preponderante a Nivel Internacional?
América Móvil, el agente económico preponderante en telecomunicaciones (AEP-T) en México, hoy se encuentra en expansión en el plano internacional. En los últimos años, se ha dispuesto a adquirir diferentes operadores o a modificar su peso accionario en países tanto de América Latina como de Europa.
Desde 2019, con la intención de compra de las operaciones de Telefónica Movistar en Guatemala y El Salvador y la adquisición de Nextel en Brasil, se detonaron una serie de modificaciones accionarias para expandir su presencia y fortalecer su posicionamiento de mercado en ambos continentes.
A pesar de las sinergias operativas, las economías de escala y alcance, y la capacidad de impulsar su competitividad frente a otros jugadores globales, subyacen los riesgos para la competencia efectiva y el bienestar para el consumidor en los países en los que ha expandido su huella de mercado.
Ello, especialmente para un operador que ha demostrado ejercer prácticas anticompetitivas, fijar precios monopólicos, contener sus inversiones y desmantelar el marco regulatorio para la competencia en el mercado mexicano.
Adquisiciones Recientes. En días recientes, se dieron a conocer dos adquisiciones estratégicas por parte de América Móvil. En el continente europeo se anunció la compra de acciones para alcanzar una participación de 3.2% en British Telecom (BT).
Esta circunstancia refuerza la presencia del AEP-T en el mercado europeo de telecomunicaciones, más allá de los casos de Telekom Austria en el que alcanza una participación cada vez mayor (58%) y de KPN en la que su control accionario es menor a 3%, pero en algún momento llegó a ser de 29%, con la intención de adquisición total.
Esta diversificación y fortalecimiento operacional también se ha extendido en Latinoamérica, región en la que no sólo tomó control de activos y licencias de espectro de Oi en Brasil, sino que, tras años de sociedad con VTR en Chile, se anunció recientemente, la adquisición de 91% de la participación accionaria por parte de América Móvil.
Implicaciones para la Competencia. Precisamente, esta última concentración de participación accionaria genera preocupaciones acerca de la estructura y dinámica competitiva en los mercados en los que participa, tal que se ubicaría como el principal oferente de TV de paga con una participación de 32.6% en términos de suscripciones, mientras que en los mercados de banda ancha y telefonía fija estaría muy cerca del primer lugar con una ponderación de 30.8% y 28.6%, respectivamente.
Ello, además de conllevar a una mayor concentración de mercado, se reduciría la competencia efectiva, al tratarse de un jugador fortalecido con menores alternativas de elección para el consumidor y mayores capacidades de control/fijación unilateral de precios y contención de inversiones.
Ante este escenario, es menester que el órgano regulador de los mercados en los que ha fortalecido su huella de negocio evalúe los costos asociados a la concentración de participación accionaria e imponga condiciones para asegurar una competencia equilibrada entre operadores. Esto, al tratarse de un jugador que sistemáticamente ha implementado prácticas anticompetitivas y reducido unilateralmente su ejercicio de inversiones, una vez que se ha posicionado como el principal oferente en los mercados.
La voluntad de las autoridades reguladores debe enfocarse en evitar que este operador se convierta en un agente económico preponderante en los mercados y países en los que ha aumentado y fortalecido su huella de negocio, especialmente al verificarse los riesgos referidos anteriormente, adversos tanto para la competencia efectiva como para el bienestar del consumidor.