Asequibilidad de la Conectividad Móvil en Latinoamérica
La relación entre el ingreso (medido a través del porcentaje del Ingreso Nacional Bruto per cápita) y los precios de la conectividad móvil (ajustados por Paridad del Poder Adquisitivo) registran disparidades en la asequibilidad de servicios de datos móviles en la región, tal que a medida que aumentan los precios del servicio, la proporción del ingreso destinada a la conectividad móvil también lo hace.
Honduras y Nicaragua se posicionan como los países con mayor ingreso destinado a planes de datos móviles, equivalente a 8.1% y 4.5% respectivamente.
Panamá y Honduras registran precios de servicios de datos móviles más elevados, registrando valores de 48.7 y 39.5 dólares, respectivamente.
Promover la competencia y mejorar la infraestructura de telecomunicaciones son claves para reducir costos y mejorar la asequibilidad en la región.
En la región de Latinoamérica (LatAm) como en el resto del mundo, el acceso a servicios de telecomunicaciones es un eslabón crucial para el desarrollo económico y social. La conectividad no solo facilita la comunicación y el acceso a la información, también impulsa la innovación, la educación y la inclusión digital.
En particular, los servicios móviles han democratizado el acceso a internet, a partir de su mayor disponibilidad, ubicuidad, velocidad y capacidad de navegación, circunstancias que generan una ventaja significativa sobre los servicios fijos de telecomunicaciones.
No obstante, la asequibilidad de la conectividad móvil varía significativamente entre países, influenciada por factores económicos, regulatorios y del despliege de infraestructura. Ello se identifica, a partir de analizar el porcentaje del Ingreso Nacional Bruto per cápita (INB pc)[1] destinado a la contratación de datos móviles y los precios ajustados por Paridad del Poder Adquisitivo (PPP)[2] de una canasta característica[3] de este servicio, ambos publicados por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU por sus siglas en inglés) en 2023.
Una proporción mayor del INB per cápita indica que los ciudadanos deben gastar una mayor parte de su ingreso en planes de datos móviles, lo que sugiere una menor asequibilidad del servicio.
En cambio, un mayor nivel de precios PPP indica que, incluso después de ajustar por las diferencias en los niveles de precios e ingresos, los planes de datos móviles son relativamente más caros frente a otros países. Esto puede ser indicativo de ineficiencias en el mercado de telecomunicaciones, falta de competencia, o altos costos operativos y de infraestructura.
Asequibilidad de la Conectividad Móvil: Comparativo Regional
El análisis de estos indicadores revela notables diferencias en la proporción de ingresos dedicados a la conectividad móvil y los precios de este servicio ajustados por PPP en distintos países de la región.
En 2023, Honduras y Nicaragua se posicionan como los países de la región en los que los ciudadanos destinan una mayor parte de su ingreso a planes de datos móviles, con una proporción equivalente a 8.1% y 4.5% del INB per cápita, respectivamente. En franco contraste, Chile y Uruguay apenas realizan un gasto de 0.5% y 0.6% del total del INB pc. Esta disparidad indica una menor asequibilidad en los primeros, en términos comparativos a su poder adquisitivo.
Esta circunstancia puede atribuirse a varios factores estructurales y económicos. Por ejemplo, la presencia de duopolios en los mercados de telecomunicaciones en Honduras y Nicaragua, con operadores como Claro y Tigo, limita la competencia y puede conducir a precios más altos. Además, la geografía de ambos países, con amplias áreas rurales y remotas, requiere una inversión significativa en infraestructura para garantizar su accesibilidad.
Respecto a los niveles precios de la canasta de datos móviles, Panamá y Honduras registran los más altos valores con 48.7 y 39.5 dólares PPP, respectivamente. En Panamá, la consolidación del mercado de telecomunicaciones ha reducido la competencia, circunstancia que explicaría los precios más altos.
Mientras tanto, destacan los casos de Chile y Brasil como los países con menores costos de la conectividad móvil, con niveles de 9.9 y 10.7 dólares PPP, respectivamente.
México se aproxima al top 5 de la muestra de países en la región en los que el servicio de datos móviles es más asequible, al obtenerse cada vez más una mayor canasta de MB/GB de navegación a menores precios.
Precios Altos, Mayor Proporción del Ingreso
La relación positiva registrada entre la razón del ingreso per cápita y los precios (PPP) de datos móviles sugiere que a medida que aumentan los precios de este servicio, la proporción del ingreso dedicada a la conectividad móvil también lo hace. Esto puede interpretarse como una indicación de varios factores subyacentes.
Gráfica 1: Relación de Precios (PPP, USD) e
Ingresos Destinados a la Conectividad Móvil (% de INBpc)
En países con menor competencia en el mercado de telecomunicaciones, los precios tienden a ser más altos debido a la falta de presión competitiva para innovar, reducir costos y mejorar la provisión de los servicios.
Además, la ausencia de una regulación ineficaz puede resultar en mayores costos para los consumidores, exacerbando la carga financiera. Los países con geografías más agrestes también pueden enfrentar costos operativos y de despligue de infraestructura más altos, que se transfieren a los consumidores en forma de tarifas más elevadas.
Impacto en el Bienestar y Recomendaciones de Política Pública y Regulatoria
El impacto de la falta de asequibilidad de los servicios de telecomunicaciones es significativo. Limita el acceso a la tecnología y la conectividad, incidiendo negativamente en el bienestar y las oportunidades económicas de la población.
En países en los que los planes de datos representan una mayor proporción del ingreso, el acceso a estos servicios puede ser restringido, perpetuando así la brecha digital.
Para mejorar la asequibilidad y consecuentemente la adopción de los servicios de telecomunicaciones en Latinoamérica, es crucial implementar políticas que promuevan la competencia y estimulen el despliegue de infraestructura. Esto incluye la reducción de barreras a la entrada, la promoción de inversiones en nuevas tecnologías y la implementación de políticas para garantizar un acceso equitativo a los servicios.
Al incidir estos desafíos, los formuladores de políticas públicas y regulatorias pueden mejorar significativamente el bienestar económico y social de la población, al facilitar un acceso más inclusivo y equitativo a la tecnología y a la conectividad.