Escenario de las Telecom en Riesgo en México
Amerita plantear que la Globalización impulsada entre otros factores por las telecomunicaciones, enfrenta hoy una amenaza real por la versión contemporánea del Proteccionismo.
En medio de un escenario comercial global volátil y ante la posibilidad de aplicación de multiplicados aranceles, el sector de las telecomunicaciones en México se encuentra en una encrucijada crítica.
Adicionalmente, la incertidumbre regulatoria y los desequilibrios competitivos están minando los incentivos para invertir en infraestructura y transitar a servicios de nueva generación.
Parálisis de Inversiones, Rezago en Infraestructura. Las telecomunicaciones son intensivas en capital. Los operadores enfrentan altos costos de despliegue de infraestructura y largos periodos para recuperar su inversión.
Sin certidumbre sobre el retorno del ejercicio de recursos, su flujo se detiene. Esto resulta particularmente preocupante en México dónde aún existe un déficit en cobertura, calidad y provisión de servicios de última generación.
En perspectiva, al cierre de 2024, ningún operador en el país había superado el 85% de cobertura poblacional en 4G, generación que lleva más de una década en circulación.
En 5G, el panorama es aún más desolador: la cobertura apenas alcanza 40% de la población, muy por debajo del 90% ya alcanzado en países como Estados Unidos.
Aranceles: Impactos Potenciales para Operadores. Por otro lado, la dependencia de equipos importados —routers, smartphones, decodificadores, redes, etc.— hace que cualquier tensión comercial internacional se traduzca en un incremento de costos y desincentivos de inversión para los operadores.
Paradójicamente, en lugar de abaratamientos en estos elementos y dispositivos, su encarecimiento se vuelve inevitable ante la incertidumbre y los costos adicionales por la imposición de aranceles.
Esto incidiría negativamente en los de por sí desproporcionados márgenes operativos entre operadores que consecuentemente mermaría su capacidad de inversión. En números, América Móvil alcanza un margen EBITDA de 41.3%, mientras que para AT&T y Telefónica es de apenas 16.4% y 9.0%, respectivamente.
Una presión adicional sobre el costo de los insumos para los operadores podría agravar estas diferencias y resultar en la salida de jugadores, debilitando la competencia y potencialmente reduciendo las opciones para el usuario final.
Menor Poder Adquisitivo, Menor Conectividad. El impacto de este nuevo orden comercial no se limita a las empresas, sino también resultaría en una merma en el poder adquisitivo de los hogares y de los usuarios individuales.
El encarecimiento de dispositivos importados repercutiría directamente en la capacidad de los ciudadanos para acceder a servicios digitales. De acuerdo con la ENDUTIH 2023, más de 7.4 millones de mexicanos no tienen telefonía móvil por falta de recursos. Si el precio de los equipos sube, ese número podría aumentar, retrocediendo los avances logrados en inclusión digital.
Además, una menor adopción de servicios implicaría menores ingresos para los operadores. Al cierre de 2024, 27.9% de los ingresos móviles provenían de la venta de equipos. Si estas ventas caen, se genera una reacción en cadena que incidiría en la rentabilidad del sector y su capacidad de reinversión.
Momento Crucial para el Sector. El sector necesita urgentemente políticas claras y estables. Las reglas del juego deben conducir a la competencia efectiva, atraer inversiones y permitir una planeación estratégica a mediano y largo plazos. Adicionalmente, se requiere una estrategia integral para asegurar que el acceso a la conectividad continúe en ascenso.
Cerrar la brecha digital no será posible si no se garantiza acceso universal a redes modernas, precios asequibles de los dispositivos y servicios, así como condiciones equitativas entre operadores.
Con todo, en el nuevo tablero geopolítico el futuro de las telecomunicaciones no pueden ser una pieza más, sino el centro de la estrategia para el desarrollo económico y social.